¿Cómo puedes ser un buen cuidador?
Muchas personas cuidan a su cónyuge, a alguno de sus padres o a algún otro familiar que tiene una discapacidad o está enfermo. Cuidar de alguien puede ser gratificante, pero también puede ser estresante.
Hay tres medidas que puedes tomar para ser un buen cuidador.
Cuídate a ti mismo
Haz ejercicio habitualmente, descansa y aliméntate bien, y hazte controles médicos regulares. También tómate tiempo libre para realizar actividades agradables y enriquecedoras.
No ayudes demasiado
Ayuda a la persona que cuidas a que sea lo más independiente posible. Por ejemplo, deja que tome tantas decisiones como pueda.
Pide ayuda
Acepta el apoyo de otras personas. Un ofrecimiento de ayuda en el momento adecuado puede marcar una gran diferencia. Por ejemplo, pídeles a familiares o amigos que hagan las compras en el supermercado.
© 2016-2022 Healthwise, Incorporated. Esta información no reemplaza el asesoramiento de un médico.
Cómo comunicarse como cuidador
Ayuda y respalda a tu ser querido de la manera que puedas, a tu tiempo y según tu capacidad. Si tiene necesidades esenciales que tú no puedes satisfacer, habla al respecto.
- Comienza por intentar ponerte en el lugar de tu ser querido. Recuerda que, en general, las personas que cuidamos no tienen la intención de hacernos pasar un momento duro, sino que ellos mismos están pasando por un momento duro.
- Sugiere en vez de exigir. Prueba decir “¿Vamos a caminar?” en lugar de “Tienes que hacer más ejercicio”.
- Sé compasivo contigo mismo y con la persona que cuidas. No existen los cuidadores perfectos ni los pacientes perfectos. A veces, basta con algo suficientemente bueno para poder progresar.
Recibir ayuda como cuidador
Cuando eres cuidador, a menudo puedes sentirte abrumado por todo lo que debes hacer. También podrías tener dificultades con el día a día y ser incapaz de pensar a largo plazo. Haz una lista de todo aquello con lo que tus familiares y amigos podrían ayudarte. De esa manera, si alguien te ofrece ayuda, podrás responderle.
Además de tus familiares y amigos, suele haber recursos en línea u organizaciones locales que pueden brindarte asistencia.
- Explora los recursos comunitarios. ¿Conoces a alguien que haya sido cuidador? Esas personas pueden dar muy buenas recomendaciones. También deberías consultar a médicos, organizaciones religiosas u otros grupos comunitarios. El sitio web de Cigna también ofrece varios recursos que te ayudarán a encontrar cuidado de calidad para adultos mayores.
- Coordina el cuidado de relevo. En algún momento, necesitarás tomarte tiempo libre de tus tareas de cuidado, y es importante que cuentes con recursos de confianza cuando eso suceda.
- Busca un grupo de apoyo. No estás solo. Analizar tu caso con otras personas que se encuentren en una situación similar podría recordártelo. También podría ayudarte a planificar para el futuro.
Los cuidadores también necesitan cuidado
Muchos cuidadores trabajan todo el día, mientras crían a sus hijos y cuidan de su padre o madre mayores, lo que les deja poco tiempo para cuidar de ellos mismos. Cuidar a otras personas puede tener un efecto físico y emocional en el cuerpo.
Cuidar de ti mismo es una de las medidas más importantes que puedes tomar como cuidador. Cuidar de otros puede ser estresante, incluso en los mejores casos. Estas son otras actividades cruciales a las que deberías dedicar tiempo por tu propio bienestar.
- Toma una clase sobre cuidado. Conocerás a otros cuidadores y aprenderás nuevas maneras de lidiar con situaciones difíciles.
- Haz un poco de ejercicio. La actividad física podría hacerte sentir y dormir mejor.
- Ingiere comidas y meriendas saludables. Cuando estás ocupado cuidando a alguien, puede parecer más fácil ingerir comida rápida que preparar algo saludable. Sin embargo, las comidas saludables son fáciles de preparar y te darán más energía para seguir adelante todos los días.
- Duerme lo suficiente. Si no duermes lo suficiente por la noche, duerme una siesta durante el día. Planifica dormir toda la noche al menos un día de la semana.
- Haz tiempo para realizar una actividad que disfrutes. Por ejemplo, haz tiempo para leer, escuchar música, pintar, hacer manualidades o tocar un instrumento, aunque solo puedas hacerlo unos minutos al día. Si te gusta ir a actividades de la iglesia o tomar clases, pídele a un amigo o un familiar que se quede con tu ser querido durante una o dos horas, una o dos veces por semana, para que puedas hacerlo.
- Hazte controles médicos regulares. Esto incluye controles dentales. Aunque siempre hayas sido sano, tienes que mantenerte saludable. Conoce los signos de depresión y mantente atento para identificarlos no solo en la persona que cuides, sino también en ti mismo. Si sientes tristeza o desesperanza constantes, habla con tu médico.
- Pide el apoyo que necesites. Ayudar a un ser querido con problemas de salud puede ser difícil desde el punto de vista emocional. Si te cuesta sobrellevar tus sentimientos, busca asesoramiento y consejos de tus familiares, de profesionales de salud mental capacitados o de asesores espirituales.
© 2016-2022 Healthwise, Incorporated. Esta información no reemplaza el asesoramiento de un médico.
Cómo crear un plan de cuidado
Una de las mejores medidas que puedes tomar al comienzo del proceso como cuidador es iniciar un plan de cuidado. Podría sonar complicado, pero empieza con algo sencillo: ten una conversación con la persona que cuidarás.
Inicialmente, es recomendable hacer una lista de los objetivos que son más importantes y las fortalezas que tiene, así como realizar una valoración general de las necesidades. Posteriormente, puedes comenzar a reunir información sobre las necesidades personales, las condiciones de mantenimiento del hogar, el estado de salud, los medicamentos, los registros financieros o los beneficios públicos. La planificación anticipada del cuidado también es muy importante. Analizar y firmar los documentos legales correspondientes al comienzo del proceso te ahorrará mucho tiempo y posibles complicaciones a futuro.
Estos son los siguientes pasos:
- Forma un equipo de cuidado. Reúne la información de contacto de los proveedores de cuidado de la salud, los representantes del seguro de salud, los amigos, los vecinos y otras personas que te ayudarán con el cuidado de tu ser querido.
- Elabora un plan de cuidador. Puedes empezar con una valoración de las necesidades inmediatas de tu ser querido, las instrucciones anticipadas y, de ser necesario, los planes para el final de su vida, como el cuidado de hospicio. El plan debería incluir documentación acerca de su información personal, médica y financiera. Tener preparadas instrucciones anticipadas te permitirá responder con confianza, más que con suposiciones, si ocurre una emergencia.
- Busca maneras de mejorar la seguridad. Si tu ser querido todavía quiere moverse con independencia por la casa, busca maneras de que esté seguro. Algunas ideas son instalar pasamanos, barras de seguridad, luces nocturnas y asientos de ducha ajustables.
- Reúne recursos útiles. No es necesario que lo hagas todo al mismo tiempo, pero lleva un registro de los recursos locales confiables para servicios de cuidado a domicilio, equipos médicos y soluciones de vivienda alternativas por si surge alguna necesidad. También es recomendable que sepas a quién acudir si necesitas servicios de transporte o de envío de comidas a domicilio.
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